Obras maestras. Seleccionado por Orson Scott Card

Siempre es un placer leer una de esas (escasas) recopilaciones de “lo mejor de los mejor” que se publican en España. Tan escasas que se reducen a dos, esta y la “Lo mejor de los premios Nebula”. Por muy malo (o partidista) que sea el seleccionador, es difícil fallar.

En Estados Unidos hay montones de recopilaciones publicadas. Algunas temáticas: sobre ciudades, viajes en el tiempo o viajes espaciales. Otras recopilaciones de novelas ganadores de premios: Locus Awards o “The best of Nebula Awards”. Y otras con “la creme de la creme”.

A bote pronto, en España se han publicado cuatro: Cronopaisajes, Premios Hugo, Los Nebula y esta de Scott Card.

A mi parecer, la mejor de todas, de largo, es la de los premios Nebula. ¿Por qué? Por varias cosas:

- El periodo temporal: del 65 al 85. Eliminaba los relatos de la ci-fi primeriza, estilísticamente bastante deficientes y eliminaba la nueva ci-fi donde prima la novela por encima del relato.

- No se restringía a un relato por autor, y de esta manera teníamos tres obras maestras de Ellison.

- No se casaba con nadie. Fuera Asimov, fuera Heinlein, fuera Vance y fuera Clarke.

¿Y esta recopilación de Card? Pues bien, PERO, cae en los pecados en que no caía la de los Nebula. Un relato por autor, todos los autores “famosos” y relatos de todos los tiempos”.

La recopilación divide los relatos en tres categorías temporales: La edad de oro, La nueva ola y La generación mediática. Yo voy a hacer mi propia recopilación: Las obras maestras, los buenos, los relatos para quedar bien, y los “¿que pinta esto aquí?”

- Las obras maestras:

Llámame Joe. Poul Anderson

Relato típico de ciencia ficción. Si toda la ciencia ficción primeriza fuera como esta, otro gallo nos habría cantado. Buena idea, bien desarrollada, bien escrita.

Un platillo de soledad. Theodore Sturgeon.

Bastante en la línea de Escultura lenta de los Nebula. Bien escrito, mensaje potente y lleno de lirismo. Una pequeña joya.

Tenían la piel oscura y los ojos dorados. Ray Bradbury.

Después de leerlo, pensé que pertenecía a Crónicas Marcianas y que lo había olvidado. Sucede en Marte y es bastante parecido a “El picnic de un millón de años”. Otra obra maestra de Bradbury.

“¡Arrepiéntete Arlequín!”, dijo del señor tictac. Harlan Ellison

Era difícil, muy difícil poner un solo relato de Ellison y que no fuera genial. Esta este como podía estar No tengo boca y debo gritar, Jeffty tiene cinco años, El pájaro de la muerte o El paladín de la última hora. Un megaclásico.

Pasajeros. Robert Silverberg.

Un imprescindible. De cuando Silverberg era un monstruo. Terrorífico por momentos.

Los que se van de Omelas. Ursula K. Le Guin

En mi opinión, el mejor relato de género de todos los tiempos. No se puede decir tanto en tan pocas páginas. Ni de manera más brillante.

Los reyes de la arena. George R. R. Martin

Martin está infravalorado como cuentista. Probablemente, después de Ellison sea el que tiene mayor cantidad de obras maestras: Nightflyers, Retrato de sus hijos, El camino de la cruz y el dragón. Y por encima de todos, Los reyes de la arena.

Nieve. John Crowley

Mi primer contacto con Crowley. Bastante parecido a los relatos de Sturgeon, emotivo y bien escrito. Una delicia.

- Los buenos

Todos vosotros zombis. Robert A. Heinlein

Heinlein es un narrador bastante competente. A pesar de su estilo sobrio y del inverosímil cambio de sexo del protagonista, el relato se hace muy llevadero.

La madre de Eurema. R. A. Lafferty

Al igual que Le Guin, Lafferty intenta describir la sociedad actual con este relato. Bien llevado, metafóricamente brillante y con destelles de genialidad.

El túnel bajo el mundo. Frederik Pohl

Otra buena idea, no del todo aprovechada. Relato cumplidor.

¿Quién puede reemplazar a un hombre?. Brian W. Aldiss

Sin llegar a ser malo, no es un relato destacable (y menos en esta antología). Se deja leer.

Combate aéreo. William Gibson y Michael Swanwick

En este relato ya se aprecian los nuevos tiempos. Una tecnología más moderna, elementos cyberpunk, como no podía ser de otra manera y unos personajes más modernos, reales y atormentados.

Valor facial. Karen Joy Fowler

Desconocía a la autora y me ha dejado una grata impresión. Un relato a lo Lem, contacto con civilización alienígena y la imposibilidad de establecer comunicación. Un final, tal vez, excesivamente efectista.

Vasijas. C.J. Cherryh

Gran relato, casi obra maestra. Un argumento clásico de la ci-fi: se encuentran unas ruinas alienígenas y ni rastro de sus pobladores. Lo desluce el happy ending.

Los osos descubren el fuego. Terry Bison

Ya lo había leído en el Locus Awards. Un bonito relato, pero, ¿es realmente ci-fi?

Una huida perfecta. John Kessel

Trata el mismo tema que Memento. Narrativamente brillante, poco a poco vas entendiendo lo que pasa, pero otro final excesivamente efectista.

Uno. George Alec Effinger.

Otro relato “Lemiano”. Esta vez, el final no desmerece el relato.

- Los relatos para quedar bien

Sueños de robot. Isaac Asimov

Supongo que si no ponía uno de Asimov, reventaba. Ya puestos, podría haber elegido otro, como La última pregunta. Sueños de robot no tiene nada destacable.

Los nueve mil millones de nombres de Dios. Arthur C. Clarke

Este relato tiene mucha fama y, sin ser malo, no le veo la gracia por ningún lado. Cualquier relato de Martin, Ellison o Lem le da mil vueltas.

Una obra de arte. James Blish

En USA parece que Blish es un consagrado. No será por relatos como este

Luna inconstante. Larry Niven

Poco creíble, personajes malos, situaciones irreales. Malo, malo.

- ¿Qué pinta esto aquí?

Componedor. Lloyd Biggle, Jr.

Relato típico de autor de ci-fi que en su vida a aprendido a escribir como Dios manda. Se piensa que con una buena idea ya es suficiente. A lo mejor cuando lo escribió sí, hoy en día, hace falta mucho más. Sin llegar a ser desastroso, no merece estar aquí.

Involución. Edmond Hamilton.

Relato de cuando los marcianos eran hombrecillos verdes y se comunicaban telepáticamente con los humanos. Malo.

El sendero descartado. Harry Turtledove

Tiene su gracia. No es repulsivo, pero no tiene el nivel necesario.

Rata. James Patrick Kelly

Este tiene un pase, se deja leer y, a ratos, parece que va a arrancar. Correcto sin más.

Turistas. Lisa Goldstein

Me gustan los relatos sin explicación, los que te dejan un buen sabor de boca aunque no cuenten nada concreto. Pero a este le falta algo, no se que es, pero no acaba de rematar.

¿Y el balance final?

Bien, pero podía ser mejor. Si se llamará: “Los mejores relatos de la revista All sci-fi” pensaría: “Joder, aquí hay relatos muy, muy buenos”. Pero, ni de lejos, es lo mejor de lo mejor de la historia de la ci-fi. ¿Dónde están Lem, Ballard, Dich, Dish o Priest?